Yo no me siento vacía porque me llenan soledades.
En todo el vacío de tus silencios, me llevo la amargura que no cabe
la dulzura de un dolor muy conocido,
el silbido de lo impenetrable, al sentarme contigo.
Por aquí ya han pasado los ejércitos otras veces, y al final siempre crece maleza
que da cobijo,
pero es escozor y muy molesto, y repetido,
siempre vengo descalza
como muestra, lealtad, entrega, soy sierva
y traigo mi ser vacío
¿hay algún espacio en tu silencio macizo que poder alcanzar
con un temperamento liquido?
Tengo el equilibrio escrito en braille
y no lo descifro.